viernes, abril 21, 2006

Barcelona se movía inentendible. Llena de recovecos. Laberíntica y ajena. La sagrada familia me impresionó más por lo inconclusa que por lo monumental; tal vez es que no se contar los ladrillos. Pero en mis pies había un peso agregado: Cuando uno viaja, lleva encima su país natal. Y una tristeza muda me guiaba por las calles menos turísticas, en las que cuelgan la ropa para secarse a la lluvia.

5 comentarios:

Mateo dijo...

Che, Marcos, Mikel (Jaqueca) vive en Barcelona. Por ahi se pueden emborrachar.

Socram dijo...

Sería muy bueno. Y sino simplemente si pudiera recomendarme un lugar para hacerlo.

Mikel dijo...

me perdí de algo pero estoy abierto como una ventana abierta,

ya sabés donde encontrarme

Socram dijo...

Estoy en Barcelona

Anónimo dijo...

Very pretty design! Keep up the good work. Thanks.
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