martes, abril 11, 2006
Y al desplomarse inerte sobre las baldosas ajedrezadas, pudo articular un ultimo pensamiento, que sin ser genial superaba en mucho a los que usualmente moraban en su ruda y bélica cabezota: “Tengo que conseguir mucha madera, de donde pueda, para construir una balsa e irme a naufragar.” Paf! Después sangró un poquito.
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2 comentarios:
Viva el vino, huevones. Gracias por la invitancia.
de nalga
ahora esperamos la llegada del comandante slaves & bulldozers
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